miércoles, 26 de diciembre de 2007
vuela en su juego atroz, cercando límites.
hombre a la fuerza, delirio por soñar
inacabado crimen, todo grito.
soñé tu mano en no
que el sol dorando el cabo me confirma.
las lágrimas añaden mi renuncia al sueño.
la gota al agua,
agua que vierte en sed
a lluvia.
Doblo el brusco silencio.
En la boca, el caos
se me deshace.
el azar recoge;
como a naipes en la mesa
el alburnos barre.
miércoles, 19 de diciembre de 2007
miércoles, 5 de diciembre de 2007
Ni el aire era tan nuestro.-
del sol contra los barcos, del regazo
tan frío ya de madre,
la hermandad con el mar, los belfos en mi perro.
Qué de cierto, bajo el barro
tomado de los labios,
del olor de la tierra, si el frío de las cumbres
se trepa ya a mis huesos,
desatando el planto poderoso
que vigila, desde la cruz al alba,
el gálibo fatal de mi infortunio.
Que es pájaro heridor, y que me barre
con su plomo las lamas de metal,
y me apartó de la edad de los jarabes,
del cuento y de la lámpara, la grama y el cordero.
Es tarde. Ya no queda
casi pecho a recibir con los disparos.
Ayer mismo firmé, con la sangre que apuntaban mis deberes,
un límite finito a tanta luz absurda.
El sol, funesto y sucesivo,
va borrando las sendas.
Hasta el viento me engañó:
prosigue en fuga.
sábado, 24 de noviembre de 2007
En un tiempo hoy de piedra.-
pintamos a la muerte sus párpados cerrados
y el violín lo era todo.
Así se habrá quedado en pelo el aire.
Así el volar sereno de los pájaros.
Que se volaron en franco guirigay.
Que su esperanza de soplo era la puja.
De sus plumas se siente aquel rasgar helado:
qué no habrán firmado los pájaros agüeros
por sentenciarme en el dolor rotundo.
La cena me ha tomado hablando por la espalda
tirando aún del bozo de aquella miga antigua.
Aquí la cicatriz.
Así la llave.
Es este el día sin peso
en que la muerte en esperar se aturde.
Mientras oigo aquel pío de pájaro de forja
clamando sentencioso que estamos ya en el tiempo
de abrir el cielo a todos.
Mientras limpio la sangre del grave monumento
y piso la uva grande que tengo en el lagar
a sorbos con el aire, a guiños con la suerte,
a suertes con el pan...
sábado, 10 de noviembre de 2007
lunes, 29 de octubre de 2007
Ha sido.-
pusiste mis pecados por sombrero.
Viene la sed a mí, tientan la cita
las lluvias sobre el mar, es hoy domingo.
Flores de novia, brida a mi noche antigua,
briznas de luz a mi talón de ciego.
Desvístete, corriendo, date prisa,
que el corvo alfanje está cortando ya
la brisa que nos barre en su ternura.
Tumbé al alfange, ved; junto a la vaina.
Mirad como boquea, el desdichado.
Orla el desdén, lavado ya, en mi brazo
la muerte por adorno bien que cuelga.
Y dejo el campo, calado de derrota
y a báculo de Dios, efímero imposible
aquel afán que fui. Ya no me importa.
lunes, 22 de octubre de 2007
Paloma.-
ámbito de las alas
volar sin dueño.
La luna
contra el charol del patio
vierte veneno.
Es por la rosa
en cuyo envés quedara yo dormido.
Es esa rosa,
aquella paz de espinas
con la que sueño.
domingo, 14 de octubre de 2007
Lápiz.-
vaso de cuero
dos nubes
un solo camastro
el cuenco.
un gorrión sordo bate
alguna que otra vez contra el cristal.
la vida
el vino
la barbarie
han estado siempre
fuera.
domingo, 7 de octubre de 2007
A filo.-
Llevo el peso de mi tigre abrochado a la noche
matarife inocente recortándome el vino
que amable me devora amadas luminarias
poblándome en sus dientes nacarados
el oscuro.
Es su calma, digo,
el tigre
todo el barro violento
de la paz nueva que clama en advertencia,
sangre sobre la nieve,
luz gacha.
Así, en la noche,
me siento de sus fauces inmersas de animal
y baldeo mi pánico con cantos melodiosos
quedando, de esa burla, contándome la boca,
borracho de su número, agitado, tranquilo.
Con ello, confío haber logrado
en aquellos momentos robados a la piel
anaquelar el brillo, capturar los afeites,
los giros de justicia de los que el caos se nutre.
Miradlo. Ya me ruge. Hoy toca hacer llanura
de nuevo está esa boca en boca de mis faldas
nacarando la senda que trazan sus colmillos.
El tigre
tiene la noche hoy lejos
por poner mi boca en cruz
el alba en amenaza.
Doblo mi cordobán, y espero
al cazador, al vino
violento de la noche, a la música
opaca de mis balas.
Esta noche ha de llover
a filo.
A Jose Luís J. Villena, in memoriam.-
domingo, 23 de septiembre de 2007
Llevo.-
como pájaro sin nido estibado la bronca
al carón de su banco me curvo en los testículos,
y escardo en mi aleluya, decidido a morderte.
Mis días son al grito lo que la finta al pájaro
minerales en verde, esperanzados todos,
que me brindan un ritmo de palo y zanahoria
dando su luz al ser, a pábilo, en vela
de muerto recién frío, de muerto que ha mirado,
con gesto decidido el fin de su capítulo.
Esperaba ser paciente de muchas amistades
o de una o dos ciertas, pero no hubo fortuna
tal vez fueran las causas las nubes en mi trapo
o el pez que se dispuso al viento por convite.
Así que vago al aire, rotundamente solo
por los hermosos claros que gravan mi destino
consumándome en blanco para quemar las sombras,
poniendo mi buen trigo en cruz contra tu perro,
y en el frío de los bancos, en el del sol, el de los pájaros...
miércoles, 12 de septiembre de 2007
Mi turno.-
sacó al rejo del barro mi terrón de invierno
para ponerme en los brazos de mis gafas, por robar
en el saco de la luz, buena simiente
buscando en desespero los rebaños de palabras escogidas
que lleguen a cobijo.
Y es que me ahoga aquello de que antes,
nada, y después, si hay más, será agonía,
y por ello me agarro, así, en pelo, y sí, desesperando,
al filo de la piel
al brillo de la garra y la belleza,
semejante a aquel ahogado
que contemplara su fuga en la burbuja
en un desmesurado afán del todo inútil.
Así, al pairo en esta rabia
dibujo contra el plomo mis cáscaras azules,
y barro con deleite las páginas del banco,
esperando quizá que, tras esta larga vela,
vuelvan a mí el viento, el amor, la ofensa, la cólera o el frío
en el ojo calado de aquel que me leyere.
Y una, y otra vez, así será, y en él, el desdichado
podré cobrarme al cabo
piezas robadas del saco de la muerte.
Y harán vibrar otro cristal éstas mis notas
las que me lega hoy este bronco,
este áspero vacío pleno de alas
que resulta, del vano en la ventana,
la gloria en pleno del turno de la vida.
viernes, 31 de agosto de 2007
jueves, 7 de junio de 2007
Se acerca.-
los domingos conmigo a los que hice compañía
el olor del café y el pan recién tostado
y este mar oscuro que veló, en secreto,
las armas de mi angustia.
Que al paso se me acerca la blanca, tempranera,
con gana de jugar la jara con mis huesos
alzando del polvo de la muerte
la viola de su frío.
Si al menos confiara haber logrado
en el helado cuajar de este convite
un batallar hermoso, un buen caudal
que remarque, en los muros de mi celda
las lágrimas del paso.
Y a tal espero,
escuchando la voz de esta la blanca, que me advierte
que el reloj está dándose prisa
-minuto en vano al tac
y gota al son del tic en la clepsidra-
que va a lograr el cierre de mi llaga
transladándome a otro campo, donde me tiene dicho
habré de contemplar su cuajo de galopes
abeja en sus colmenas, hasta enfermar de palmas.
Aparte, la blanca marrullera
me viene prometiendo
que va a poner, dosel al páramo,
este menudo de líneas esparcidas,
por que sean hierba
alta, verde, serena,
que recubra, en sonora flor de luz,
la paz de mi sepulcro.
martes, 22 de mayo de 2007
A bosque ha de salir la cuenta.-
de mis brazos
tantos como han sido los soles que de fuego a fuego
hube de ir talando,
y tan de cerca la fuente, y tan de cerca el agua
del regato.
Sabe, niña,
que a la sombra del álamo, a su brisa en arrullo,
he clavado el recuerdo de aquellas tardes,
en el justo sitio donde
no estuvimos
en verdad
nunca.
Allí tu mano
blanca,
me busca
madeja en el leñero
greña
humo en el palo
lana
y barallar de gatos
de carne en caza, y ese flotar la pena, ese desdén
de tarde pálida
y sin cita...
Al fin
soy ese hombre que se quedó
buscando,
soy ese ahogado terco del vino de tu vino
acuartelado el rostro al sol más rojo
a tu cielo más blanco,
y para la sed
he de beber
tu vino en barro,
andando a sangre
por este campo de rosas amputadas
de margaritas de no
de fiestas de labor
y sin domingo...
..te fuiste
y no me libre dios nunca jamás del peso
y amontone a mis lomos hierro sobre hierro
y sobre el hierro,
hierro,
al pecho
y sobre la piedra,
piedra
y sea esta la forma de tenerte
y a la frente el golpe
presente
sabiéndote de sobra
-casi olvidado
amor-
peor que muerta
cortado labio para mi hambre de alas
que me alimento
de la puerta cerrada
mar de cristal contra el que al fin se rompa
el dintel que me sostiene
de blanda roca
tuya.
Y así
sobre el mantel de hierba
corra un agua
de descanso
y finalmente
el albo sueño
tu mano blanca sobre mi mano blanca
entre mis brazos
mía
tierra caliente
tierra
de la nuestra
y al abrigo el regato
trabe su fresco son
y que nos cubra.
viernes, 4 de mayo de 2007
Ayer.-
quedó abierta la reja;
pinta el aire desde entonces
una siniestra libertad de abismo.
Me habré quedado hambriento de más jaula,
oscura desazón
sin pecho al que aferrarse.
Que resultó mi vida el celo,
la tensa guardia
por ver, surgiendo de la tierra,
su mano aún no sepulta.
Y sí, diréis que no es de buen juicio
el esperar que la nada vivifique
a quien en verdad jamás ha muerto.
Pero dejadme a solas:
La paz del cieno
parece hoy
grávida.
viernes, 13 de abril de 2007
Lo fatal.-
cruzo, de polvo de cristal, la playa
surcando en perra soledad mares atroces
mientras arrastro este cordal tenido a palos,
tenido a hielo, a lluvia
al bárbaro calor de sal en las heridas.
Por tal motivo
habréis de perdonarme el fatal atrevimiento
si vuelvo el gesto al saco
transladando al Gólgota del aire
mi portante.
Será que trate
de llevarme al juego mi severa piel lozana,
y de vestir de niña la polvorienta muerte.
Así, jamás olvide
que cuando nos pudramos, y ya sin sol, y abierto ya el candado
habrá quien se interese
en recobrar los pedazos de todos los espejos.
Es tiempo. Viento al trapo. Viento, viento.
Que su volado cetro rija
el azar indiferente.
Y que novia la belleza, la muerta
única,
con su velado traje, confíe en ser cantada,
y nos espere.
domingo, 1 de abril de 2007
viernes, 30 de marzo de 2007
viernes, 23 de marzo de 2007
Esperanza.-
F.G.Lorca, ELEGÍA A DOÑA JUANA LA LOCA.
Va a ser cosa de ir utilizando
día por día el verano del abrigo
con el cesto rotundo de la nieve
blanco de frio dorándome las lunas.
Y es que fuera que ya se me ha olvidado
la suerte que es la vida
tantos años pasados en barbecho
a varado navío, en flor de piedra.
Era evidente, la existencia no iba a ser tan fácil
como quiso mi muerte en el origen
condenado a vivir solo, a cuerda de ir callado,
tan de largo mi día, a lomo y cruces
y sin hablar conmigo.
Al cabo
tan sólo el frío extendió su mano buena
si me habré calzado de amor entre el dosel
cercado en pardo viento
y el tonto paje que montan mis costillas.
Mas, ay, quizá quede sabor
quizá se vuelva el agua
y aquella seda en rosca de la muerte
no aquilate quitarnos el abrigo.
martes, 20 de marzo de 2007
Ítaca.-
Yo trato con aquello que da vida a los signos
valedor de la bruma, loco del perro, escriba,
limando entre las piedras hasta buscar la forma,
para lograr en nieve un sueño
que no cuaje.
Os hablo de este Ulises
venido de una lívida Ítaca de polvo,
notador de todos los asuntos,
maldito si no bebe, y si borracho en gracia.
Y así el día me dure, mientras aguanto turno
mientras me asiste esta mi alma mortal y delicada
en añadirle madera al barandal
-trabajo al carpintero-
que nos distrae de la febril certeza
del vacío.
(Allende en casa
penélopes de piedra
van hilando mi rabia)
viernes, 16 de marzo de 2007
domingo, 11 de marzo de 2007
A Nacho Otero (en la publicación de su libro “Perdidos en la batalla”)
a cercén, a hueso, a carne de los labios,
no ceja en su razón el eco, diente de hacha
tan mordedora como de costumbre...
¡y qué de blancos, al sol, se gritan nuestros muertos
por plaza de cenar, pidiendo sitio!
Y que fue por tu visita de amigo no olvidado...
fue el juego de tu trasgo no muerto no hace mucho...
Démonos prisa, Ignacio, apuntálate al velo
hilvana del costal del hielo nuestros hilos
y desata desayunos en Víctor de
y las frescas mañanas de tórrido verano
con bocabajo de copas, con las mesas y el barro
en fuga y a volandas.
Nacho. Mi vida, al final, no fue contigo, Nacho.
Y qué de brava se me pinta tu ausencia en el café,
que me encrespa mi bol de desayuno
¡rauda, veloz, fatal, no demoró la muerte
para ponernos sitio!
Por ello hoy y aquí tiro de línea
como suele decirse
y sueño con que el sueño nos reúna
del acre en letras la marra soledad:
fla tuya fija al blanco
la mía en hundimiento.
Así, mientras la terca se distrae
perdida en su batalla
con lazos de señuelo, con armas de jugar, a mano abierta,
coseremos nuestras velas de contar
y pare el galgo, y de alguna forma extraña
se rasgue en nuestro lado del páramo el cristal
y el viento, que se me vuelve siempre de vacío
se apiade de nos, y nos allegue...
Tù.-
Bajaste del jardín, abierto pájaro,
derramando una lluvia de cremas a los gritos
y mis plumas de volar, al punto,
colgaron de tu boca
como acordes que asistieran
a tu suelta en mi pecho.
Grávida maestra, has sido desde entonces
el mantra repetido
aquella sacia tuya me llevó a revuelo.
Bendito el día
en que escuché el rumor de tus pasos acercándose
pues aquel rumor habría de quedarse
-guardesa de razón entre mi infierno-
asistiendo, en gracia,
a nuestra pira de limones encendidos.
Así, deseo
que la gloriosa suerte se mantenga,
y que bien corra tu abeja entre mi vuelo
porque pueda poner en alas
de aquella miel tan tuya
que ha ido dejando, sobre el fondo sombrío de mi saco
tu dibujo sabio de labios y locura.
Paisaje.-
voy de camino por la cuesta abajo
ignorando el dolor de ese badajo
que dará la tonada de partida.
Disfrutador del sol, nada lo impida
¡ventanillas abiertas cuando viajo!
arrojé las cortinas al atajo
para ver el rugir de la crecida.
Y si hubo un tiempo en el que en dios creía
es láudano que exije vasallaje:
a una ninfa encomendé mi guía.
Mientras traza la línea el carruaje
saboreo el azúcar de su fruta
en mi dicha hogareña de salvaje.
jueves, 8 de marzo de 2007
sábado, 3 de marzo de 2007
El hallazgo del párrafo.
Emilia Pardo Bazán, Los Pazos de Ulloa.
Como en este momento (ejem...) no estoy leyendo ningún libro, tomo prestado el de la página 123 de la actual lectura de mi mujer, la sin par Loli. El párrafo quizá se comente a sí mismo...
jueves, 1 de marzo de 2007
Rosa de Tangencias.-
A veces no me sirven los azules del verano
y no llegan de recibo la canícula y los perros,
son días raros, espasmos de este trote
que me trago sin sed, como un jarabe.
En esa tesitura, acodándome en las lágrimas,
escribo como alguien que derrite razones;
velado por el sol, devoro en pena
las claras de esta vida.
La causa habrá de ser,
supongo,
aquel eterno y pesado lazarillo
que recrimina a dios su servidumbre.
Y al que yo ayudo, claro es, pues visto de conciencia,
a cóncava vacía, clava en mano.
Así que usted no se moleste, entonces,
por la razón sencilla de que el verso no está claro
y me suelte al barro los soles y la tarde.
Pues no habrá de serle larga hora:
la causa probablemente estribe
en que nuestro viejo mundo conocido, grave enfermo,
esté por darse al cabo.
sábado, 24 de febrero de 2007
jueves, 22 de febrero de 2007
A las viudas del mar.-
Agua,
sangre clara de nieve
bajaste por el párpado sombrío de las lomas
cantarina, saltando,
hasta dar con agua grande.
Allí, tras darte en sal
subiste hasta su barco
y encontraste esa rosa entre los leños
abierta por los gajes
y entrando a fondo
y a flor del sesgo, manando, a la callada,
regaste para hierro
hasta tapar con tu mano aquellos labios
que hubieran todavía reído
tanto,
hasta hacerme besar,
mala bendita
aquel rostro querido
dado definitivamente
a blanco.
De entonces
tantas, tantas veces
hermana, juntas regamos
tú en serena lluvia, yo, en mis lágrimas
la suave piedra blanca
con la que ahora le evito la vergüenza
de escucharme llorar, ya envejecida
y de que vea, leño blanco de la rosa,
del dedo de la muerte
la cala.
viernes, 16 de febrero de 2007
A mástil.-
liberarme de tanta acumulación absurda
preparando una noche
que quepa en los bolsillos.
De la mano del viaje
mi idea fuera coserme al horizonte
por ser un Odiseo sosegado
burlando a las sirenas.
Poniendo así a la par,
digo,
la eternidad del vuelo
el viento
y la pira de los pájaros.
Tal vez así demuestre
que es triste el tener que deshacerse.
Pero no necesario.
domingo, 11 de febrero de 2007
sábado, 10 de febrero de 2007
Fruto.-
espesaba la tarde su vara de justicia,
enfermera notable, trataba vanamente
de curvarme de mares, retrepada en el frío.
Encontró en mi boca plena de lágrimas sin fondo,
la sed que vierto al cuenco que habita en el abrigo:
allí guardo estos días, por tenerlos a mano,
cadáveres en sombra templándome la cuera.
Con este material, y el amplio saco
habré de saber labrarme la hoz antes del corte,
y, tomando de barro, forjar de las costillas
loores a este bol.
Por hincar, redondo, en el vientre de la fiebre,
mi atónita bandera.
Vivir no sea otra cosa
que ir ladrando estas lunas de pan virgen,
lunas de lobo atado
al hambre,
por las que este lobo mío, del pan de entre los dientes
se mantenga.
Ea pues,
que va siendo la hora de llover con toda el alma,
teniendo ante los ojos desnuda ya la clave.
El fruto mío
será fruto que, en sazón, daré al árbol,
fruto bendito,
mordido por los pájaros…
martes, 6 de febrero de 2007
domingo, 4 de febrero de 2007
Cava en mí.-
madre muerta.
El horizonte enseña
una ciega de manos
con aquellas heridas, graves lunas rotas,
grandes, blancas, de tu razón,
buen muertas...
Y está toda esta sed
de lluvia, de caricias
llanto y cuentos,
bailándome la silla.
¡Madre
tú no tuviste del beso de tus nietos.
Veinte años llevaras tú ya muerta
cuando ellos vinieron a la vida!
¿Y no vendrá, pues, pronto
la ciega a mí a buscarme?
¿Y va a ser larga, pues,
la furia de la luz?
¿Siempre este sol quemándome la espalda?
¡Ay! Es este dios, de helado gesto,
de perro nunca ahíto,
que clavándonos de una a otra cruz nos ladra
gozando en las heridas...
Sangre.-
Me sangran los bigotes retorcidos
las manos de la pipa, ese buen fuego,
los faldones olorosos de la abuela
la caricia que brindo al gato susceptible
y esto todo, moroso, voy notando
en el libro al que presto desempeño.
(Sobre el fogón nos guarde, el gato,
bien debidos los troncos a sus uñas)
Como medida, a fin de procurar ajuste,
he tenido que bordarme al arcón de la manteca,
(y desde que comí de aquella cáscara
sabed que no ha llovido).
Ignoro si estos resultan buenos síntomas,
o si la partida está por ir con nuestro enfermo.
Pero la muerte, que acerca los espejos,
y salta a comba el vaho
parece quiera, de momento, marrarnos con su pifia.
Así, que mano a mano más nos parecemos
seguiremos lloviendo por las dunas
y buscando de sangrar entre las hojas
heridas de balazo.
Eso, y correr del cazador,
como cualquier otro animal
que escriba.
Poema.-
Que en días de suerte
la amplia sábana del aire
me brinde su rebozo.
Pues quiero retratar el blando laberinto
y bárbaras regiones
devengarán en vuelo.
Así esta fiebre,
gélido deseo, fría alpaca,
se me torne de lana entre los dedos.
Y que la magia del viento nos asista
en la leva de párpados.
Tal vez, pulido en rostro,
habré logrado el verso
redondo al que aferrarme.
Desde él, el día del sol, tal vez vislumbren,
-madero al malogrado-
aquel paraíso grande que perdimos,
y del que intermitentemente
somos parte.
domingo, 28 de enero de 2007
Canto.-
el que habla a las semillas que dieron en la piedra
y bendice en luz, para la paz, a los oscuros
el que dará su ánima a beber a los ahogados.
Soy ese médico que busca la paz para las ramas
cansadas de ceder su fresca a los extraños,
y me desvivo por abrir
con mi pequeño rejo, la amplia tierra,
asilando a los muertos,
y regando sus túmulos, con frecuencia sombríos,
con el agua cansada
de mi llanto.
A mi paz, en embozo,
reposen las miríadas de la bondad caída,
que encuentren, de mis labios,
la sombra en que vivieron tornada en luminaria
de versos en su abrazo.
Labremos,
y que esta luz que surja
demuestre que vivir en pérdida y justicia
no va a ser, no puede ser, jamás, en vano.
Porque de pie quedamos
hombres,
pechos de hierro para labrar palabras
y a bosque la amplia siembra, y para paz el beso…
viernes, 26 de enero de 2007
Fuga.-
jueves, 18 de enero de 2007
He leído poesía a escondidas...
para mantenerme en la condición humana
Escribí poemas en cuartos de baño
el unos papeles que robaba
para mantener mi condición de hombre
andando como loco
caminando por unas calles
a cada momento menos mías
y debo hoy la vida
a la fuerza de unos versos
las palabras para Julia
la Tormenta en el Mar de Galilea
el llanto de Propercio
a las voces que Adriano puso en Margarita
El poema es un arma cargada,
vuelta contra la bestia
y somos el futuro de las armas de Homero
y tal vez no seamos una gran cosa
pero es lo que hay
y, como no dijo nunca mi abuelita
de buena bestia
cualquier tiempo pasado
pudo haber sido
peor
El poema, que nos saca de la selva
de ser hombre
y nos lleva a los bárbaros silvanos
de paz o caos
en palabras de aire
cincelado o en bruto
son voz que pule
que nos presta siquiera un instante la armonía
atribuida falsamente a esa selva
de la que resulta cada vez más evidente
no vamos a ser capaces de salir nunca.
martes, 16 de enero de 2007
Ida 2.-
mi flor mordida.
Pasaste, dulce estío. Tras el verano
se volvió tu vista
densa noche.
Así que espero en hambre a que me envuelva
aquel frío.
Sostén bandera
mientras termino de beberme la nieve y el invierno.
Total, al fin y al cabo
morir de frío
habrá de seguir siendo estar con vida.
jueves, 11 de enero de 2007
Inocencia.-
aparente rendición de cielo y pájaros.
A plomo cae hoy el sol, sobre el helado patio
machacando los limbos, enturbiando la ciega.
Mi niño oscuro, ayer feliz, pende del tiempo
herido en la raiz, cortado lirio.
Sus ojillos han quedado por siempre malabiertos
bajo aquella tirana sinrazón
que obliga a lo que es cierto.
Obligado a sentir, en su terror,
el eterno galope,
el perpetuo avanzar de la tiniebla.
HORACIO, POÉTICA
Horacio, Poética.-