He leído
poesía a escondidas, en un vertedero de hombres
para
mantenerme en la condición humana
Escribí
poemas en cuartos de baño
el unos
papeles que robaba
para
mantener mi condición de hombre
andando
como loco
caminando
por unas calles
a cada
momento menos mías
y debo hoy
la vida
a la
fuerza de unos versos
las
palabras para Julia
el llanto
de Propercio
a las
voces que Adriano puso en Margarita
El poema
es un arma cargada,
vuelta
contra la bestia
y somos el
futuro de las armas de Homero
y tal vez
no seamos una gran cosa
pero es lo
que hay
y, como no
dijo nunca mi abuelita
de buena
bestia
cualquier
tiempo pasado
pudo haber
sido
peor
El poema,
que nos saca de la selva
de ser
hombre
y nos
lleva a los bárbaros silvanos
de paz o
caos
en
palabras de aire
cincelado
o en bruto
son voz
que pule
que nos
presta siquiera un instante la armonía
atribuida
falsamente a esa selva
de la que
resulta cada vez más evidente
no vamos a
ser capaces de salir nunca.
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