jueves, 25 de marzo de 2010
Retrato.-
En el inicio
esta máquina blanda se acercó al coraje.
Sin fuego en su desfile,
sin el crujir solemne de los huesos,
sin el brillar del filo entre los dientes.
Y aun así,
en apariencia fuerte
por la templada pose.
Tal es el peso de la piedra en el calvario.
Alta cuan gajo inalcanzable esa figura.
Mas tal, rodando el dado,
tan sólo a ras del suelo
encontró cobijo.
Y aunque el aire era su trino
no hubo vuelo.
esta máquina blanda se acercó al coraje.
Sin fuego en su desfile,
sin el crujir solemne de los huesos,
sin el brillar del filo entre los dientes.
Y aun así,
en apariencia fuerte
por la templada pose.
Tal es el peso de la piedra en el calvario.
Alta cuan gajo inalcanzable esa figura.
Mas tal, rodando el dado,
tan sólo a ras del suelo
encontró cobijo.
Y aunque el aire era su trino
no hubo vuelo.
lunes, 22 de marzo de 2010
El Sueño y el Cordero.-
Apuntó en el cielo de su gracia
los cabos rotos, la nueva, el requiebro,
la vida del ocaso, el fin del ciclo.
Denonadamente estrella
adhirió al tonante viento en su listón de azares.
De beso abrasador, en venta su figura,
nos dio su forma en el mito de la luz,
en aquel otro del grano,
el de la novia seca y la muerte en el convite.
Así las cosas, hubieron de venir, en remedio,
los canjes:
vivir es la fortuna
cuando viene la nada empiece el paraíso
soy hermano en la sima que me traga
es divina la muerte.
Por todo ello, no resulta extraño
que al darse aquella suerte en nuestra boca
la copa apure el láudano.
los cabos rotos, la nueva, el requiebro,
la vida del ocaso, el fin del ciclo.
Denonadamente estrella
adhirió al tonante viento en su listón de azares.
De beso abrasador, en venta su figura,
nos dio su forma en el mito de la luz,
en aquel otro del grano,
el de la novia seca y la muerte en el convite.
Así las cosas, hubieron de venir, en remedio,
los canjes:
vivir es la fortuna
cuando viene la nada empiece el paraíso
soy hermano en la sima que me traga
es divina la muerte.
Por todo ello, no resulta extraño
que al darse aquella suerte en nuestra boca
la copa apure el láudano.
miércoles, 10 de marzo de 2010
Fobia.-
Si disfrutara la cruz de la vereda
los atrapantes vaivenes del camino.
Si de todos los momentos uno sólo
gozara con estrépito, con dicha.
La búsqueda del pozo, el ocaso, el alba,
estelas bonachonas tras mi pasar de perro.
De comba laboriosa, incierto rumbo,
rondón de noche a noche, sed en tanto.
Mas el dolor me aprieta en todo tiempo,
el miedo reconstruye sus juegos de cuchillo.
Fui tropa derrotada en todo este combate,
que no creció en los golpes, acordando la fuga.
Discurre mi barquilla, perennemente en seco.
Perennemente escapa, frente a mi vista, el agua.
los atrapantes vaivenes del camino.
Si de todos los momentos uno sólo
gozara con estrépito, con dicha.
La búsqueda del pozo, el ocaso, el alba,
estelas bonachonas tras mi pasar de perro.
De comba laboriosa, incierto rumbo,
rondón de noche a noche, sed en tanto.
Mas el dolor me aprieta en todo tiempo,
el miedo reconstruye sus juegos de cuchillo.
Fui tropa derrotada en todo este combate,
que no creció en los golpes, acordando la fuga.
Discurre mi barquilla, perennemente en seco.
Perennemente escapa, frente a mi vista, el agua.
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