contra el filo solar del horizonte
de la mano tomé sus cinco dedos
en su palma media muerte se moría
y ahí fue la vida,
cigarras al azul,
olas al pecho
de nuevo en mi calle, dolorido,
todo en ella revuelto
tomé la sopa de brazos que me borran
filo al llanto el compás y las guitarras
es una presa corta a la que bien me ato
galeote doloso atado a tu bancada
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