Todo era cierto
nacer, abrir los párpados
no iba a ser en mí de buena nueva
tras el peso del eterno sueño
había caído a la vida, como un fardo.
Recién abierto al ser, habría de quedarme .
Gritó mi guarda alado su canto a trigo nuevo,
mas el dolor
gritó aún más alto,
resonando muy por encima de aquel tañer de viento.
Había nacido, si,
mas para dormir
largamente
mi fresca insania.
nacer, abrir los párpados
no iba a ser en mí de buena nueva
tras el peso del eterno sueño
había caído a la vida, como un fardo.
Recién abierto al ser, habría de quedarme .
Gritó mi guarda alado su canto a trigo nuevo,
mas el dolor
gritó aún más alto,
resonando muy por encima de aquel tañer de viento.
Había nacido, si,
mas para dormir
largamente
mi fresca insania.
Más no por ello penséis que me rendí sin lucha,
y el color del sol no me es desconocido:
recuerdo un tiempo
en que la vida parecía estar más prieta
en el que paseé los huesos por mi calle doliente
mas a mi carne las palabras de los otros son herida
sus miradas son como un torno que no pule
la mano que se acerca es un golpe de fusta
así
resolví esconderme
poner deriva de abandono
resolví esconderme
poner deriva de abandono
y envolverme en la noche
como redonda luna.
Ahora tan sólo las estrellas me contemplan,
de muy lejos
y de ese mar y ese viento y esa noche surge el canto
con que cuento las cosas de esa vida
que no tuve
en un quejido largo de exilio y de desgana.
No hay comentarios:
Publicar un comentario