“Al arte, para que pueda ser arte, no se le exige una sinceridad absoluta, sino alguna clase de sinceridad. Un hombre puede escribir un buen soneto bajo dos condiciones –porque su amor es grande, o porque su arte es grande. Debe ser sincero en el amor o en el arte; no puede ser grande en ambos, y tampoco en ninguno. Puede arder por dentro sin pensar en el soneto que está escribiendo; puede arder por fuera sin pensar en el amor que se está imaginando. Pero debe haber fuego en algún lado. De otro modo, no logrará trascender su inferioridad humana”.
Tomado de Alejandro Marcioni, "Samsa" en el foro de Elaleph.