Vuelve el aura con el sol;
la mesa, la ventana,
el viejo cesto
donde esconde mi perro calcetines,
ese cajón que nunca cerró bien.
Y saludo a la nada, la muerta que me ronda,
y me vive y me calienta,
me refresca, y me ilumina;
de ella soy
ojos,
sed, labios deshechos,
por besar, en otros dos iguales,
la misma nada mía.
Así, será consuelo
el obligado baile:
al cabo de las horas
volver
al polvo, ser
perros, mesa, pared,
cajón,ventanas, boca, calcetines.
la mesa, la ventana,
el viejo cesto
donde esconde mi perro calcetines,
ese cajón que nunca cerró bien.
Y saludo a la nada, la muerta que me ronda,
y me vive y me calienta,
me refresca, y me ilumina;
de ella soy
ojos,
sed, labios deshechos,
por besar, en otros dos iguales,
la misma nada mía.
Así, será consuelo
el obligado baile:
al cabo de las horas
volver
al polvo, ser
perros, mesa, pared,
cajón,ventanas, boca, calcetines.