A veces no me sirven los azules del verano
y no llegan de recibo la canícula y los perros,
son días raros, espasmos de este trote
que me trago sin sed, como un jarabe.
En esa tesitura, acodándome en las lágrimas,
escribo como alguien que derrite razones;
velado por el sol, devoro en pena
las claras de esta vida.
La causa habrá de ser,
supongo,
aquel eterno y pesado lazarillo
que recrimina a dios su servidumbre.
Y al que yo ayudo, claro es, pues visto de conciencia,
a cóncava vacía, clava en mano.
Así que usted no se moleste, entonces,
por la razón sencilla de que el verso no está claro
y me suelte al barro los soles y la tarde.
Pues no habrá de serle larga hora:
la causa probablemente estribe
en que nuestro viejo mundo conocido, grave enfermo,
esté por darse al cabo.
jueves, 1 de marzo de 2007
Rosa de Tangencias.-
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3 comentarios:
Federico
fuerte poema con la romanza que da tu poesía
el mundo anda epidémico y duele
te dejé un mensaje-convite en rios de la surera...en el posteo "el hallazgo del párrafo" pasate prontito si?gracias
cariños
mabel
olvidé comentar mi sorpresa...el martes escribi un poema con título
"rosas de sharom"
y tan diferentes cada uno de los poemas que impulsan nuestras distintas rosaspero me gustó la coincidencia (ja! siempre yo enganchandome con flores...primero fue la cala...si también nosotros usamos así también el sinónimo ...dalar hondo un sentiimiento,,un dolor...calar la sandía...)
chaucito
Acepto el convite. Vuestra presencia está "calando" hondo jajjaj.
Un abrazo, Surera.
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